La peor lacra que sufre quien ha de alquilar por horas su cuerpo, talento y voluntad por cuatro duros, que nunca dan para nada, es la poca consciencia que tiene de su propia capacidad. Acostumbradxs a delegar su capacidad en votos, simples sobres de papel, en la calle y en el trabajo, ahora esperan lo que siempre sucede, y es que los que han puesto de pastores, los lleven, como es costumbre en este oficio, directamente al matadero.
Nadie tiene ninguna confianza en los sindicatos del régimen, menos aún cuando una auténtica institución como UGT, permite que un afiliado suyo eche por tierra las condiciones laborales y sociales de quienes lo alimentan (Sí, nos referimos al ministro de trabajo). Circos como este no engañan a nadie, y cualquiera se sentiría desamparadx ante este espectáculo.
Larguísimos discursos llenos de números, estadísticas y porcentajes seguidos de vaticinios, visiones y profecías, nos apabullan para justificar que nuestrxs jefes sigan veraneando en yate, los banqueros se queden con el país y el rey siga saliendo en las monedas. Bueno, como esta es una propuesta injustificable no es preciso ahondar en ello, otra gente ya lo ha hecho. En realidad es público que la patronal necesita dinamitar el sistema de pensiones para justificar servicios privados con los que saquearnos hasta la tumba.
¿Para qué ir a una huelga que no conseguirá sus objetivos? Preguntan lxs más pesimistas. Las respuestas son mil. Pero baste ser consciente que permitir que nos cambien las reglas del juego cada vez que a alguien le conviene (y siempre les conviene a los mismos cuatro gatos) es una costumbre muy fea que están tomando los amos, y es responsabilidad de cada cual permitir lo que se haga sin decir nada u oponerse, aunque sólo sea formalmente. Quizás pienses que apoyar la huelga, mostrar tu disconformidad con la INJUSTICIA (sí, con mayúsculas) sea inútil. Probablemente quedarte en la cama con tu pareja y pasear por la mañana te lo compense.
Sin embargo algunxs compañerxs se disponen a defenderse prescindiendo de CCOO y UGT, que son la garantía de nuestra desgracia. El 27 de este mes en Galicia, Cataluña, Euskadi y Navarra lxs compañerxs no madrugarán para alimentar a todos esos buitres que firman leyes miserables. En el resto del estado nadie se atreve a realizar la convocatoria. Demasiados complejos y miedos al ridículo por parte de quien podría hacerlo nos condenan a todxs, y quienes trabajan estarán más solos que nunca ante esta a nueva reforma.
Hace falta una Huelga General. No para parar reformas. Para que se nos tome en serio. El 27 de Enero todos los asalariados tienen una responsabilidad social: Coger gastroenteritis la noche anterior, ir a urgencias a media mañana y pasear toda la tarde.
SI TÚ NO, ¿QUIÉN? SI AQUÍ NO, ¿DÓNDE? SI AHORA NO ¿CUÁNDO?